“Querer un mundo mejor no está reñido con hacer negocios”
JOAN MELÉ SE ESPERANZA EN QUE CON SUS CHARLAS
“DESPERTAR CONCIENCIA, ENTUSIASMO Y COMPROMISO PERSONAL”. Ignacio Zavala
“En las últimas épocas se ha educado a la gente en la pasividad. Estamos acostumbrados a verlo todo por la televisión y esperar que alguien haga algo. Y ahora es la época en que lo tienes que hacer tú. Esto es lo que aún nos cuesta asumir: que el cambio está en nuestras manos”. Con esa clara premisa, el español Joan Melé llegó a Mendoza. Uno de los referentes del concepto de banca ética en el mundo desembarcó en la provincia para exponer un nuevo paradigma en el sistema financiero: evitar la especulación y permitir que el dinero de los ahorristas vuelva a la sociedad.
“El concepto de banca ética o banca con valores nace a finales de los años ’60 en Estados Unidos y en Europa, por parte de gente que piensa que un mundo mejor es posible”, explica, con un marcado acento ibérico, el gurú financiero. Melé es el subdirector del Tríodos Bank, una entidad que en España ha adoptado el modelo de banca con valores hace más de 40 años. El objetivo de este banco es utilizar el dinero de los inversores para financiar proyectos y empresas que beneficien a las personas y al medio ambiente.
“Un banco tiene dinero y quien tiene dinero tiene poder. Pero si este poder se utiliza con conciencia, con valores y ayudando a la gente, sin estar especulando, haciendo sólo economía real, es una forma de ayudar a que el mundo vaya mejor”, resume. Y añade: “Hacemos que el dinero que recogemos de los clientes vuelva a la sociedad en forma de préstamos y créditos a empresas responsables que aportan un valor añadido o agregado”. Otra economía es posible Según el banquero, tener la misión de ayudar a mejorar el mundo y ser transparentes son los dos pilares que fundamentan la banca ética.
“Todo lo que hacemos lo explicamos y publicamos. No buscamos sólo beneficios económicos, sino que anteponemos a las personas y al medio ambiente”, esgrime, convencido, Melé. Y, entusiasmado, detalla: “Hacemos la función de un banco normal. La gente puede encontrar todos los servicios de un banco, la diferencia es que el dinero que llega, a la hora de invertirlo en forma de créditos, de préstamos, de anticipos, lo colocamos en empresas que tengan responsabilidad y valor social. Por ejemplo, no financiaríamos jamás energía nuclear ni empresas que maltratan a los animales. Tenemos criterios a la hora de invertir, no sólo si vamos a ganar dinero o no. Nos hemos especializado en tres sectores: cultura, ecología y el sector social”.
“Todas estas áreas, que les aportan un valor a las personas, son sectores que nos interesan y queremos invertir muchos millones ahí porque van a ayudar a que el mundo esté mejor”, agrega Melé. Banco Tradicional vs. Banco Ético Hay otros puntos que diferencian a una banca ética de una tradicional, entre ellos que los directivos de estos bancos sólo perciben un salario e intentan que la diferencia entre el salario mínimo y el máximo no sea abismal.
“Los directivos no tenemos bonos. Hagamos lo que hagamos, no vamos a ganar más. No hay incentivos económicos, que son los que han provocado, a causa de la codicia, que algunas entidades o directivos hicieran cosas que no tendrían que haber hecho”, comenta Melé. Y agrega: “También somos moderados en cuanto a salarios, y pretendemos que entre el más alto del banco y el más bajo no haya mucha diferencia. La diferencia entre lo que gana el presidente y el que acaba de entrar es nueve veces el salario neto”.
En banca normal, la diferencia puede estar alrededor de 1.000. Evitar la especulación y centrarse en la economía real es otra de las características de este revolucionario sistema. “El objetivo de la banca tradicional es ganar todo el dinero posible en el mínimo tiempo posible. El problema es que la mayoría de operatoria es en fondos de inversión y productos especulativos. No es economía real”, explica Melé.
Y apunta: “Por cada dólar que circula en el mundo en economía real hay diez que son puramente especulación”.
“El dinero debajo del colchón no sirve para nada. A través de un banco ético, ese dinero puede servir para mucha gente. Mientras no lo necesitas, lo pueden utilizar otros. La gente tiene que aprender a recuperar la confianza y a descubrir que es una época de cambiar al mundo”, cierra. Falta de confianza en las propias capacidades. Lo que creo es que falta un poco de ánimo y se puede comer al mundo. “Falta entusiasmo para salir adelante, quizás ese es el mayor inconveniente”, apunta.
“Hay una dificultad mayor aquí que quizás en otros sitios, que es el tema de la inflación. Esto puede dificultar un poco la creación de una banca ética pero no impedirla. Quizás una entidad de banca ética puede ayudar a que los precios se reconduzcan y que no pase este tipo de
cosas”, cierra el español.
¿En América Latina? Entusiasmo por aplicar el sistema en América Latina “Veo posible e imprescindible la creación de una banca ética en América Latina. La gente cree que aquí no es posible, pero ¿cómo no es posible si llevamos 42 años haciéndolo? Cada vez tiene más éxito. Entendamos que en la vida nada de lo que valga la pena es fácil. Requiere convicción, compromiso, trabajo, y la gente responde”, explica convencido Joan Melé. ¿Es posible replicar el concepto en Latinoamérica? ¿Es posible, considerando que en varios países de la región el modelo neoliberal es parte del paisaje socioeconómico y donde el lucro se ha instalado como un valor sacrosanto, incluso en áreas tan sensibles como la educación, la salud y las pensiones? Estas preguntas no tienen una respuesta sencilla, pero Melé se aventura a contestarla
desde su experiencia. Apunta que en España, y en general en Europa, el esquema a enfrentar ha sido el mismo y costó años dar a conocer y posicionar la “banca ética”. Pese a ello, y a la severa crisis que se vive en el Viejo Continente, los bancos con valores han continuado creciendo, señala.
“Este es un cambio de paradigma. Señores, eso de que cada uno mire por lo suyo para ganar lo máximo, está tocando su fin. ¿Adónde nos ha llevado este liberalismo? A destruir un planeta y a que cada vez hay más diferencia entre poca gente muy rica y muchos que lo están pasando mal”, asevera.
Plantea que el modelo es factible de imitar en estas latitudes. Y no sólo eso: “Es necesario”, consigna, y para ello se requiere de personas comprometidas, preocupadas por los problemas sociales y ambientales; de banqueros y empresarios que apoyen y que pongan la profesión al servicio de esta idea, el Bien Común. Lo más complejo, en todo caso, es que esos individuos deben “tener el coraje para empezar”, sostiene Melé. Si eso llega a ocurrir, agrega el directivo del Tríodos Bank, en la Alianza Mundial de Banca con Valores, que agrupa a 25 entidades financieras del tipo, se les acoge para darles apoyo y para que adopten su modo de trabajo. Para la reflexión “Este esfuerzo no puede quedarse sólo con una generación. Tenemos la visión de que permanezca en el tiempo”, subraya.
Sugiere despertar la consciencia en cuanto a que la ley de la oferta y la demanda “no es una ley natural, es artificial. Nosotros, como seres humanos pensantes, podemos estar sobre esa ley que lo único que regula es la codicia”. Hay un empoderamiento muy fuerte que lleva a la gente a decir ‘somos personas, no objetos’ (…) Lo que hemos vivido ha generado como resultado un profundo descrédito por la política, por el empresariado y por el sistema financiero”.
Melé asevera que “si esto fuera mentira o si sólo fuera un eslogan publicitario, las personas, que no son tontas, se habrían dado cuenta en cuatro días”, añadiendo que “puede sonar raro esto de la banca y de la ética, sin embargo, lo estamos haciendo desde hace 40 años en España y la gente se lo cree”.
“Ha llegado el momento, ya no más espera, a ver qué pasa, a ver que dicen, a ver que hacen, llegó el momento, ahora es la gente la que toma en sus manos resueltamente las riendas de su destino”. En Pie de Paz de Federico Mayor de Zaragoza. “Todo el mundo habla de Paz, pero nadie educa para la Paz. La gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para COOPERAR Y SER SOLIDARIOS unos con otros, ese día estaremos Educando para la Paz”. María Montessori.
“LA POBREZA NO ES UNA CONDICION NATURAL DEL SER HUMANO, ES UNA IMPOSICION ARTIFICIAL”. Muhammad Yunus. Premio Novel de la Paz 2006 y fundador del Banco Grameen, apodado el Banco de los Pobres.